“Si dices algo que para él no tiene sentido, te ataca y agrede, no opinar es mejor”, comentario de Pedro*, líder de una empresa de consumo masivo cuando relata el estilo de uno de sus líderes en la empresa en la que se siente hoy en un “dilema”; “Disfruto lo que hago, pero no encuentro en uno de los líderes, el liderazgo que me ayude a crecer en mi potencial”.
La psicología positiva surge hace más de 10 años, cuando Martin Seligman, presidente de la American Psichological association (APA) en su momento, invito a reflexionar acerca de como la Psicología había estado orientada a estudiar la enfermedad mental y desde ahí el cambio necesario y la invitación a profundizar con mayor énfasis, en el bienestar humano y todo lo que contribuye de manera oportuna con el.
Por lo tanto, como lo ha expresado Seligman en múltiples publicaciones, la Psicología Positiva hace referencia a las perspectivas científicas acerca de qué hace que la vida sea digna de ser vivida. Se centra en los aspectos de la condición humana que llevan a la felicidad, a la completud y a prosperar (American Psychologist, 2005) *.
¿Y cómo se relaciona lo anterior con el liderazgo positivo?
Pues bien con esta gran apuesta de la ciencia que estudia el comportamiento humano, es necesario apalancar todos los aportes amplios de la investigación para entender las relaciones de influencia que se dan en los contextos organizacionales. Como lo he comentado en anteriores publicaciones, me sumo a una de las definiciones de liderazgo de Fred Kofman cuando plantea que liderar es “Lograr el compromiso interno del otro”, para que esto suceda, el Liderazgo positivo propuesto por Kim Cameron (importante referente de este liderazgo), puede ser un gran aporte para ti que estas enfrentando retos organizacionales.
¿Que es el liderazgo positivo?
El liderazgo positivo se encuentra muy asociado a el liderazgo transformacional que también puedes explorar en mis anteriores reflexiones. Es importante sumar que no estoy hablando de un liderazgo idealista, de historias solo altruistas y ficticias, menos en contextos organizacionales, es un liderazgo humanizado, con aciertos y errores, con posturas claras que cuiden por supuesto a los resultados de la empresa, a las personas y al contexto. Para comprenderlo mejor, citaré tres componentes básicos, que mencionan autores españoles, Blanch, Gil, Antino, y Muñoz*, citando a Cameron* .
- Posiciona el centro de interés en aquellas fortalezas y habilidades de las personas que reafirman su potencial humano. Es decir no solo se centra en lo que falto y en error, es el líder capaz de poner foco en los talentos de sus seguidores para optimizarlos y acompañarlos. Recuerdo a Claudia (cliente en proceso de coaching), cuando me comentaba acerca de la claridad y tranquilidad que tenía de sentirse “acompañada y guiada” por su líder y cuanto le aportaba que él creyera en su potencial, aún cuando ella dudaba de sí misma.
- Pone el énfasis en los resultados y facilita un rendimiento individual y organizacional por encima del promedio. Este líder es capaz de cuidar ciertos intereses particulares en medio de lo colectivo, si bien es prioritario enfocarse en lo estratégico, decide buscar espacios oportunos para entender a las personas desde la humanidad. Un líder me comentaba una oportuna práctica que le llamo “un café con”, y consistía en que cada 15 días tenía un espacio de conversación con personas de la organización de manera aleatoria para acercar su dirección a lo cotidiano. Si bien requería un importante esfuerzo de su parte, estaba seguro de no sacrificar ese espacio que le permitía en sus palabras, un sentido de realidad en lo que percibía en ocasiones un liderazgo solitario.
- El campo de actuación del Liderazgo positivo se concentra en aquellos componentes que pueden concebirse como virtudes esenciales de la condición humana. Estas virtudes, las veo con escasez en los comentarios de algunos de mis clientes, cuando se refieren a lo que viven en su organización. Las emociones que algunos autores llaman como positivas, son emociones que poco estamos acostumbrados a abordar en las organizaciones, nuestro sesgo a la negatividad, propio de nuestra condición humana ya ha tenido mucho protagonismo no solo en contextos organizacionales, es momento de enfocarnos entonces en emociones deseadas como la gratitud, alegría, serenidad, esperanza, orgullo, diversión, asombro, entre otras.
Muchos estudios a lo largo de 35 años de la Psicología positiva llegan a la conclusión que las personas cuando sienten mayor bienestar, no solo tienen más resistencia al dolor, son más sanas pues hay correlación positiva con longevidad, si no que además logran mejores ingresos.
Recrear espacios de bienestar en medio de la productividad es una buena práctica de un líder puede impulsar. Una manera de hacer esto y que empiezo a escuchar en algunos líderes, es dedicar el espacio y momento contingente a una pequeña pero importante celebración con su equipo, posterior a un proyecto que exigió alto esfuerzo, preocupación y energía. Cuidar la motivación de las personas y también la suya, es también una responsabilidad del líder de hoy, un estudio de Gallup reporto que frente a un encuesta a un grupo de trabajadores, en donde indagaron cuántos estaban haciendo lo mínimo para que no los despidieran, resultó en que el 71% respondió afirmativo, lo que lleva a pensar que hay en las organizaciones un desperdicio de talento y bienestar colectivo. Por supuesto que el líder es uno de los mayores influyentes de una cultura, por lo que hace y por lo que deja de hacer, su silencio también habla, el compromiso de esta influencia pasiva o activa es lo que moviliza que no solo las personas se sientan o no motivadas en su rol, si no que genera un espacio de seguridad psicológica que lleva a que el rendimiento sea óptimo.
Estaré compartiendo en futuras publicaciones más matices sobre el liderazgo positivo, y algunos aprendizajes que voy profundizando, espero te sean de utilidad.
*Seligman, M., Steen, T., Park, N. & Peterson, C. (2005). Positive psychology progress, American Psychologist, 60, 5, 410-421
*Blanch, Javier; Gil, Francisco; Antino, Mirko; Rodríguez-Muñoz, Alfredo Modelos de liderazgo positivo, Papeles del Psicólogo, vol. 37, núm. 3, septiembre, 2016, pp. 170-176 Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos Madrid, España
*Cameron, K. (2013). Practicing positive leadership: Tools and techniques that create extraordinary results. San Francisco: Berrett-Koehler Publishers.